- Macarrones, 400 gramos
- Tomates maduros, sobre un kilo
- Una cebolla grande
- Dos dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen
- Sal
- Pimienta
- Queso en polvo
- Agua, 4 litros
Preparación:
Empezaremos a preparar esta receta cocinando una salsa de tomate casera, que será con la que acompañaremos a los macarrones. Se puede hacer con tomate ya preparado, pero así te quedará más sabroso y será una receta más saludable. Para hacer esta salsa de tomate vamos a pelar la cebolla y los ajos, y los vamos a cortar en trocitos pequeños. Y por otra parte vamos a lavar los tomates, quitarles el tallo y a triturarlos lo mejor posible.
Empezaremos a preparar esta receta cocinando una salsa de tomate casera, que será con la que acompañaremos a los macarrones. Se puede hacer con tomate ya preparado, pero así te quedará más sabroso y será una receta más saludable. Para hacer esta salsa de tomate vamos a pelar la cebolla y los ajos, y los vamos a cortar en trocitos pequeños. Y por otra parte vamos a lavar los tomates, quitarles el tallo y a triturarlos lo mejor posible.
En una sartén con aceite de oliva ponemos la cebolla y ajos troceados a
fuego suave para que se vayan dorando bien, y cuando lo hayamos hecho
añadimos los tomates triturados, echando un poco de sal a la mezcla.
Deja cocinar unos 20-25 minutos a fuego más bien suave. Al acabar puedes
pasar el salsa de tomate por un pasapuré para dejarla más fina, o bien
usar una batidora para ello.
Puedes ir preparando también los macarrones mientras
tanto. Pon una olla bien grande con agua a calentar, con sal y un
chorrito de aceite de oliva. Se debe poner un litro de agua por cada
cien gramos de pasta, aproximadamente, así que calcula bien esa
cantidad. Cuando el agua comience su ebullición, echa la pasta, pero no
de golpe, sino poco a poco, para que la temperatura de la misma no
descienda demasiado deprisa. Cuécela durante unos 15 minutos, hasta que
quede en su punto, y escúrrela después.
Una vez tengas la pasta bien escurrida, la añadimos en una sartén junto
con la salsa de tomate casera que teníamos preparada, y dejamos a fuego
suave unos diez minutos para que se cocine todo bien, y después le
añadimos queso en polvo, mezclamos y ya podemos servirlo en los platos y
comerlo siempre caliente. Esperamos que os guste tanto como a nosotros
esta estupenda receta.